Revista Gente

 

 

 

 

   

 

Después de haber triunfado con “La fea mas bella” y recientemente conquistar al publico infantil con la obra “Peter Pan”, el actor se reconoce como un hombre apasionado en todo.


Podría llegar rodeado de asistentes, con altitud altanera ¡pero no!, JAIME CAMIL (33) llegó al camerino del teatro Aldama con su cautivadora sonrisa. Con un desayuno casero (sándwich, fruta y yogurt) JAIME pone lo mejor de su parte para que el trabajo fluya bien. Sin duda, ama lo que hace y dada su personalidad intensa, habla de la obra de teatro Peter Pan -en la que interpreta al Capitán Garfio, al lado de Lolita Cortés- con la misma pasión con que hizo La fea más bella, o incluso con la misma intensidad que se enamora. Dice que los medios le han hecho fama de Don Juan, cosa que le molesta pues asegura que es un hombre que en el amor le entrega todo.

- Después del éxito de La fea mas bella estás haciendo Peter Pan. No paras...

No, me gusta mucho trabajar, es mi pasión.

- ¿Fue difícil encontrar tu vocación?

Digamos que nací con ella. Mi mamá era cantante (ahora es una gran artista plástica) y lo heredé por el cordón umbilical. Más bien me costó trabajo agarrar el valor para decirle a mi papá que me quería dedicar a eso. Él quería que yo fuera empresario.

- ¿Cómo se lo dijiste?

Estaba aterrorizado, fue como a los 19 años. Yo andaba con Thalía y fue ella quien me dijo que tenía que decirle la verdad. Hablé con él seriamente, yo creo que pensó que le iba a decir que Thalía estaba embarazada porque se puso muy nervioso. Y después de que se lo confesé, se porto super lindo, me dio todo el apoyo y me dijo: “nadamás quiero que seas el mejor”.

- ¿Es un pecado ser un niño bien en esta carrera?

Claro, te cuesta el triple de trabajo porque la gente cree que eres muy pesado.

- ¿Cómo surgió esto de Peter Pan?

¡Fue genial! Me lo ofreció hace 8 meses mi amigo Mauricio García, director y productor de la obra. Me dijo: "Estoy haciendo Peter Pan, quiero hacer un elenco padrísimo y tú eres mi Garfio, tengo todo hecho para ti", y le contesté: "Mis tiempos no me cuadran, yo te recomiendo que contrates a un actor para que abras la obra y luego entro yo”. Ya tenía el teatro rentado, no se podía retrasar.
- El plan original era que tú estrenaras la obra...
Sí. Él quería estrenar conmigo y me dice: "Bueno, pues ni hablar JAIME, lo voy a hacer”. Contrató a Arath de la Torre, no sé qué problemas hubo y una semana antes del estreno llega Mauricio a mi casa y me dice: “JAIME, estoy en graves problemas, Arath no está en la obra y no tengo Garfio”. Y ya sabes: los amigos en la cama y en la cárcel... Lo vi muy tenso, hablé con mi agencia y fui a ver un ensayo.

- ¿Cuál fue tu impresión?

Soy gente de teatro y me volví loco cuando vi la producción. Pensé: "Lo tengo que hacer”.
- Y te aprendiste el guión en una semana.
En 5 días, generalmente te toma un mes y medio. Agarré un cachito de Dustin Hoffman en la película “Hook”, agarré un poco de Jack Sparrow (Johnny Depp en Piratas del Caribe), le puse un poco de afeminado, un poco de drogadicto, le puse muchos matices al personaje.

- ¿Qué ha marcado un antes y un después en tu vida?

Mira, tuve un crecimiento muy grande con el divorcio de mis padres, tenía 5 años y fue un cubetazo de agua fría, un parteaguas. A lo largo de tu vida pasan muchas cosas que te van marcando. Por ejemplo, cuando ves tu nombre en una marquesina en Broadway, que tienes el segundo crédito en un musical de 12 millones de dólares, y de repente se cancela.... ver cómo quitan todo te ubica horrible, te das cuenta que en esta vida todo puede pasar. Yo siempre he usado la analogía del surfer: te quedas sentadito en tu tabla, esperando, 6, 7, 8 olas medio pinches y de repente llega la novena que es una ola perfecta y tienes que aprovecharla y disfrutarla. Sólo que hay muchos que creen que la ola es eterna, pero la ola va a reventar, quieras o no.
- Posiblemente esa misma ola de fortuna creó a tu alrededor una imagen de conquistador, ¿eres así? Da la impresión de que nunca te hubieras enamorado...
¡Claro! Me enamoro siempre. Con todas las novias que he tenido, en algún momento he pensado que me puedo llegar a casar. Todas mis relaciones han sido muy serias, soy monógamo total, no soy de andar con mil niñas a la vez...

 

 

 
 
 
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